RELACIONES DE PAREJA


Una pareja tendrá una relación sana si mantiene una equilibrada relación de poder, y conseguirlo dependerá de la valoración que haga cada uno de la pareja, pero también de la que hace cada uno de sí mismo.

El trato que se dé una pareja sentimental entre sí irá creándose en función de la calificación que cada miembro va construyendo sobre la otra persona, es decir de lo valioso o valiosa que le vaya considerando en términos amorosos, de atracción, de maternidad/paternidad, de capacidad de apoyo, etc. También dependerá del trato que la otra persona tolere y admita hacia sí misma.

Las dos personas se mostrarán respeto, se ayudarán o se apoyarán mutuamente si se califican y se consideran por igual. También aceptarán la dominancia de forma alterna, según las competencias de cada uno en los diferentes aspectos de la vida.

En cambio, la pareja que tiene un trato desigual es la que una persona se posiciona permanentemente por encima de la pareja, imponiendo su dominio por considerarse en superioridad. Cuando esta otra persona lo permite y acepta, o lo tolera es porque de alguna manera se considera en inferioridad. Cuando la dominancia no se alterna, la relación se considera complementaria y aunque llegue a ser pactada y aceptada por la persona que queda en posición inferior, comporta un agravio comparativo y normalmente un sufrimiento. Este trato desigual es a menudo tolerado por personas que se valoran insuficiente.

Según Antonio Bolinches, psicólogo experto en relaciones de pareja, la SEGURIDAD PERSONAL condiciona la manera en que vivimos una relación sentimental y consiste en la suma de la autoestima, el autoconcepto, la autoimagen y la valoración que haga de su competencia sexual.

Es sobre todo la autoestima - lo que hace que la persona se sienta más o menos merecedora de una estimación- la que marcará la expectativa que tiene en el trato de pareja. La autoestima se construye a partir de la forma en que la persona se ha sentido querida hasta entonces y especialmente en los primeros años de la vida. Sin embargo, esta consideración de uno mismo o uno misma, también puede llegar a modificarse con un trabajo de desarrollo personal que puede ser psicoterapéutico.

Este valor que la persona se da a sí misma será también el que esperará de la pareja. Paradójicamente, algunas veces se da el caso de muchas mujeres con una sana autoestima y expectativas de buen trato, no lo encuentran en algunas parejas masculinas, al ser hombres que pretenden mantener la dominancia según la creencia de la supremacía masculina.